lunes, 17 de diciembre de 2007

A mí no me gusta Lost

Me gusta Grey's Anatomy. Y Prison Break. Y Heroes. Y Private Practice. Y House. Y obviamente, sobra decirlo, me gusta Sexo en Nueva York. Vale, sí, me gustan casi todas las que están aunque no sean todas las que son...y es que, aunque me de apuro reconocerlo abiertamente y sin pudor, también me gusta Gossip Girl.



No es que me dé verguenza es que creo que para esta última, se me ha pasado el arroz.


Y no me gusta nadar a contracorriente en cuestión generacional, porqué parece que uno revierte en lugar de avanzar, y no está bien visto eso de no hacer cosas acordes con la edad, lo de quedarse anclado en un pasado que muchas veces fué mejor o almenos más cómodo y factible, lo de mirar cariñosamente atrás...aunque sea para coger impulso.

Ésta misma mañana me daba cuenta hasta que punto mi reloj biológico hace años que no hace el cambio hora.

Cuando uno ve que las series con las que ha crecido son ahora el gancho para los supuestos hijos de los niños de ese tiempo, osea nosotros, osea yo, se da cuenta de que algo va mal.

"Que sus retoños disfruten con los personajes de su infancia" nos gritan a unos "padres" fruto de la estadística computacional.

Pero si hasta hace dos días algunas mañanas mientras desayunaba todavía veía Heidi, por no decir la gracia que me hizo encontrar en un canal de videos compartidos algunos episodios de los Fraggle (no hace falta decir que recuerdo al dedillo la canción, pero eso lo hacemos todos, que lo sé yo, y nos solemos regocijar en ese dulce recuerdo cuando a nuestra desagradecida memoria le da por frenar), o mi obsesión compulsiva por ver una y otra vez los Goonies (que sigo considerando un hito del cine de los ochenta), bueno, y por no hablar de una película que llevo años buscando en la fnac y por la que me da verguenza preguntar; Aventuras en la gran ciudad, relegada al más desdeñable olvido, con absoluta razón y probado criterio dada su concienzuda y consabida mediocridad pero de la que no sé por qué extraña razón, y aunque al principio era tan solo una extraña mezcla de imágenes sueltas en mi cabeza, guardo un grato y risueño recuerdo.

Cosas de juventud.

Retales de ese pasado que aunque suene ñoño y primitivo, nostálgico y melancólico, normalmente fué mejor.

Mejor porqué ya pasó.

Porqué dejó huella.

Porqué marcó un camino.

Y levantó una voluntad.


























Pero yo a lo que iba era a Gossip Girl. Como iba diciendo, me gusta. Ahora ya que más da...
Su principal atractivo es que la acción se desarrolle en la gran manzana y que sus protagonistas sean efebos pudientes y bellos del Upper East Side. Niñatos seudo problemáticos cuya existencia no sería digna de ser contada sino estuviera regada de Gucci's, Fendi's, Chaneles y Dior's. La trama es más de lo mismo, como digo, adolescentes dañinamente atractivos con problemas de identidad iguales a los que ya pasamos tú y yo pero cuya vida es un poquito más fácil (o no) gracias a esa aureola de millones que les embarga, les abruma, les marca y les atrinchera: chica guapa sale con chico cañón (una monada de niño, la verdad) pero mejor amiga de mala reputación y peor fama se emborracha, se lo "tira", se arrepiente, se larga, vuelve, y aquí arranca el guión.















Merece la pena verla porqué está rodada en exteriores, en localizaciones reales, en mi querido Nueva York (la base de operaciones es el magnífico Hotel Palace). Porqué a pesar de que no nos cuenta nada nuevo no es simplona, ultra edulcorada o sensiblera. Porqué los personajes son parcialmente creibles y verosímiles (y esa es precisamente la gracia, cincuenta por ciento plausible, cincuenta por ciento improbable). Porqué tienen unas casas estupendas (aig esos flats...). Porqué la banda sonora es perfecta (por lo convenientemente comercial, que es lo pega). Porqué no pretende más de lo que da. Porqué entretiene una barbaridad. Porqué los looks son dignos de un Sex and the City precoz. Y porqué aunque no tengas quince años, ¿y porqué no?
































































































10 comentarios:

María dijo...

Hoy iba en el bus viendo el capítulo 8 y reconozco que me dio un poco de apuro. Había una señora mayor a mi lado poniendo caras, hasta que me di cuenta que era porqué no pasaban 3 mins. sin magrearse...vamos por no decir otra palabra jaja.

Di dijo...

A mi gossip girl me encanta (por cierto es del creador de O.C. y se nota), pero además de todas las series que nombras al principio también me gusta Lost. De Prision Break me cansé, otra carcel más ya era demasiado

Shopaholic dijo...

Ya he oido cosas buenas de esta serie por muchos lados. Todavia no la he visto, pero lo tengo pendiente, me apetece un monton (que sea de los creadores de oc, le da muchos puntos...)

Un beso!

Anónimo dijo...

ohlalá! pues me tengo que poner media pila, con esto de no ver la tele...La voy a "conseguir" y te cuento que tal.
2) me gusta lost...mucho! :-) pero el resto que me rodea lo odia, o sea...
3) Me encantó lo del reloj! jajaja, si, la cosa está chunga, al mio creo que le entró agua... :-)
Y lo peor (o mejor), es que todavía me puedo enganchar con estas series de la infancia y creo que no va a ser malo para cuando vengan mis retonios...tendremos algo que compartir...jajaja!
besoso

Lucio dijo...

Me encanta perdidos en la gran ciudad,la niñera era Elisabeth Sue,la partenaire de Nicolas Cage en LEaving Las Vegas,peliculón por simplona e inocente,no he visto Gossip Girl pero tengo ganas para que nos vamos a engañar.un saludo.

Laia dijo...

Allure. Qué bueno, es que es eso, una serie perfecta para ver en flacos momentos de distensión, el bus, me parece muy buen lugar!Y sí, para ser tan jovencitos no se lo "montan" nada mal..Beso!
Di. Sí, eso he leído, pero ya te digo, yo The O.C no lo seguí nunca, como Lost, a la que nunca le pillé el truco..en cuanto a Prison Break tienes razón, la tercera temporada es un tanto cargante e inverosímil, pero va cogiendo ritmo, y Michael Scofield, es El mito sexual!Beso!
Shopaholic. Te engancharás, ya lo verás. Beso!
Mer. Pues sí, es una buena manera de enfocarlo, padres e hijos compartiendo series..lo malo es que va para largo. Ver la televisión es muy poco recomendable pero lo de las series es sagrado.Beso!
Luico. GRANDE!!!Exacto, la prota era una adolescente Elizabeth Shue que hacía de canguro de una niña obsesionada con Thor.Beso!

Andrea Martínez Maugard dijo...

Sabes? A mi también me encanta Gossip Girl y no me importa decirlo jaja
Y odio Lost y Heroes, que fomedad de series

ally fabulous dijo...

Yo fui de las primeras en reivindicar Gossip Girl, me encanta, pero también soy fan de Lost. Ahora sí, el truco está en verllo desde el primer episodio, sino es que te pierdes.
ah! y deberíamos reivindicar una reedición de Perdidos en la gran ciudad ya!!

Un beso

Laia dijo...

Aretha. Bien!A mí me ha costado admitirmelo a mí misma, pero ahora me declaro abiertamente adicta confesa..Lost yo tampoco la entendí nunca pero Heroes, en serio, tiene su punto. Besos!
Ally. Sí, lo leí en tu blog, yo ya estaba oficialmente enganchada pero me ha llevado un tiempecito "salir del armario"..nunca es tarde si la dicha es buena!Beso!

alterego dijo...

Ultimamente, no hago otra cosa que oir hablar de esta serie. Conociendo mi capacidad adictiva a este tipo de historias, no dudo que me engancharé a la primera.
Es increible que alguien recuerde Perdidos en la gran ciudad y Los Goonies (yo tengo una camiseta). Tienes toda la razón en lo de los anuncios. Dicen que la infancia es la única patria verdadera. Me encanta tu blog. Saludos.


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