martes, 16 de septiembre de 2008

No solo de despropósitos vive Cibeles (para los amigos)

Antes que nada apuntillar que el folclore Valencianet de Montesinos no tiene mala pinta, que má sabe el diablo por viejo, que por diablo (aunque estoy viendo a una miss desfilar, y se me ha quitado toda la magia), y con esto lo dice todo el tono conciliador de mi post: pero esto no es ningún indulto. Me parece muy bien que Cibeles se venda de cara al exterior como la cuarta pasarela del mundo por encima de Londres (por encima de Westwood) pero maniqueísmos aparte, que sí, que estará muy bien organizada, que IFEMA será una pasada (aunque dé mal rollito), que todo lo que tú quieras, que si subvenciones a tutiplén, que si venga dineritos, pero seamos realistas, ya que vas a chupar del bote y solo te vas financiar la ropa, querido, almenos dame algo que llevarme a la boca, a los ojos, y ya que te pones, que alimente mi espíritu.




No sé si Amaya se me parece a Ágatha, o era al revés, a la Ágatha del principio, esa que hacía mamarrachadas agonizantes, esa que era descarada antes que empresaria vendelotodo-logo-flor-corazón-estrellita, esa que desconcertaba pero sorprendía, por surrealista y vende motos.


Lo que hace Amaya con sus tejidos es loable, domina como nadie técnicas imposibles como cortar fibra óptica con láser y hacer de ellos unos flecos que podrían ser de bolillos; es diferente aunque igual, pero es ella, es complicada, es retorcida, y es imposible, tiene un poco de lo que se llevó de Londres y Milán, y mucho de Burgos, porque es artesana y eso se nota,


suele seguir sus propias y marcadas pautas, no la sacaremos de aquí, ni falta que hace, y es que almenos los bustiers envuelven con precisión los cuerpos de las modelos, y sus vestidos abrazan cortes y volúmenes cuanto menos inquietantes.




Almenos, no nos aburre.




Y como bien dice El señor quinquillero, que todos sabemos que es muy moderno, no es criticar por criticar, es hastío fundado y muy merecido. ¿Castigo de Dios? No, castigo divino.



















4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Me ha encantado tu crónica! Estoy de acuerdo contigo en lo que respecta al desfile de Amaya, y a las (demasiado) altas pretensiones de Cibeles...

Hummingbird dijo...

el platillo volante tiene delito, pero amaya es más que eso y a mí su artesanía, sus tejidos y su 'saber' siempre me llega, incluso cuando diseña para la nasa. uno grande XX!

Laia dijo...

Jajajaja, pues sí, es muy de NASA: HUMMING DEL MEU COR: QUE DE TÍ NUNCA ME OLVIDO. MUasss!
Heidi, que bueno tenerte por aquí, tú que estás por Cibeles de cuerpo presente debes ser testigo de primera mano de los despropósitos de algunos..un beso!

Holly Golightly dijo...

¿CIBELES?

¿Qué es eso?

:p Un beso


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