Lo bueno que tiene la gripa es que es la mejor coartada para enchufarte delante de la tele y hacer una maratón de 24 horas entre sueño, sudor, quejido, y momento de lucidez. Yo la llamo la enfermedad del burgués, porque no mata, pero agilipolla que da gusto y no todo el mundo puede permitirse lamentarse de ella de el sofá, a la cama. Lo peor, aparte de la anestesia intelectual, es la sensación de negligencia, abandono y desaliño que uno mismo se provoca. Y además es el único momento del año en que uno se arrepiente de no haber pedido para Reyes una buena bata.
Uno de mis mayores pavores cuando era adolescente era la visita domiciliaria del médico, siempre he dicho que esa es una profesión de alto riesgo, porque uno cuando va al hospital, se acicala, y saca el camisón de blonda y encaje, pero amigos, las casas son repúblicas independientes, y otra de las leyendas urbanas que siempre ha convenido al españolito medio, es, aparte del de la digestión, que cuando uno está malo, no hay ducha que valga: lo de "lavarse por parroquias" es otra de nuestras lacras.
La cosa es que a ayer desperté de una de mis múltiples cabezadas a mitad de un capítulo de CSI en el que encontraban a dos victimas en un parque, dos hermanas, una limpia, pulida y bien teñida, y la otra, que no se depilaba. No es que me diera por aludida, pero recordé ese terror nocturno del médico al pasar por casa, del que yo siempre temí que para inspeccionar una angina (de pecho), me remangara la pata del pijama. Porque las consecuencias de un pelo de más a destiempo, es totalmente drástica.
Y es que Grissom basaba el perfil post-mortem de las víctimas en esa peculiaridad concreta: la presumida era la exitosa en la vida, y la del vello localizado, la marginada. Y a mi me dio terrible lástima esa mujer que podía haber tenido un mal mes o una mala semana, cuya esteticién quizás tenía la agenda completa o se estaba haciendo la láser y tenía que dejar que la naturaleza siguiera su curso antes de erradicarla. La pobre, además de muerta: cornuda, peluda, encasillada y apaleada.
10 comentarios:
tú ya estás mejooooooooor, y pelillos a la mar! pero si puedes escaquear un día más de letargo, aprovecha, que hace un frío 'pelón'. y esta noche tenemos a carmen! a ver con qué grandes momentos nos deleita. un abrazo enorme y un XX! del mismo tamaño.
Qué injusta es la vida, jaja.
A ver si te pones buena!
Un beso.
mejórate pronto!.me ha gustado muxísimo el texto que bien escribes jeje y las fotos de hathaway tbn cn ese modelo de prada de la primera foto!!.bS
Eso que dijo Grissom solo pudo haberlo escrito un tío. Que jasco todo de verdad
(confieso que yo también tengo pánico a tener un accidente o algo así sin estar depilada)
has plasmado en cuatro palabras uno de los mayores miedos de muchas mujeres :-)
espero que te encuentres mejor!
me encanta el vestido con el lazo negro. aunque ella me parece un poco sosa en todo el editorial.
besitos y vitamina C!!
Eso es como la típica frase de abuela de "hija, ponte unas bragas bonitas, que no se sabe si te vas a poner mala y te tienen que llevar a urgencias".
Recuerdo perfectamente ese capítulo, se decidía que la peluda era de pueblo y la otra de ciudad, fíjate tú qué insulto para los de pueblo...
Por cierto, tú ya estás mejor, porque si no no te sale un post tan requetegracioso.
Besos.
ratita, y tanto que la niña está mejor. scrunchie: arriba!, arriba! hihiiiii, un XX! volador y hoy brilla sol (estoy hecha una poetisa)
A mí siempre me lo recordaba mi madre, "las uñas de los pies siempre cortas y limpias, imagina que te tuerces el tobillo y al ir al médico apareces con uñas de cerdo". Y cuanta razón tiene.
Por cierto, que maravilla de editorial y portada con la Hathaway, estoy que me meo encima del gusto... (ironía, ironía, es espantoso)
Ya estás mejor.
Me he reído mucho. ;)
Jajaja quinqui, lo de la uñas es too much gráfico para mí y mis fiebres, besoo a todos!
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