








Mientras en Nueva York triunfa el estampado africano, Matthew, recién emigrado de la gran manzana tras cinco años de ininterrumpido clamor popular, apuesta por México y su jovialidad para la fugaz vuelta a su Inglaterra natal.
Le van sus dibujos y cenefas. Él siempre ha sido muy geométrico en cuánto a motivos. Y muy de mariposas en cuánto a formas.
Volvemos a ver mucha túnica, mucho chiffon, rayas, chalecos de cuentas (preciosos), mucho pañuelo tintado y "lots of shorts".
Muy en su línea, muy Williamson, con sus míticos corales y fucsias, amarillos, azul, turquesa y verdón, su sinfonía de estampados, su toque étnico y su "glam gold".
Puntazo total la aparición estelar de un Prince que creíamos artísticamente traspuesto, pero no, estaba de parranda y parece que lo demostró.
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