








Libres de cargas y directrices, independizados de la compañía Italiana que les sirvó de trampolín, Fiona Sinha y Aleksander Stanik presentan una colección estiva más íntima y personal. Más propia de su estatus de diseñadores nobel.
Nos encantaban sus minivestidos en paillettes para el invierno y nos encantan de nuevo, ésta vez en cuero, plástico y lamés.
Sus sastres de cremallera y grandes cuellos, chalecos mini y oversize, los hombros al aire y el tubo, el azul y los pliegues...parece que vuelven al ensayo y recuperan ese espíritu emergente, desenfadado y urbano que nunca debieron perder.
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