Aviso para navegantes

Todo aquel que tenga la esperanza de encontrar el más mínimo estigma de Sex and the city en Cashmere mafia, producida por Darren Star, o Lipstick Jungle, basada en una novela de Candace Burshnell y guionizada por ella misma, que se olvide. De hecho, mientras escribo esto tengo puesto el primer capítulo homónimo del libro “La jungla de pintalabios”, y de momento, es horrorosa, lo mejor es la música y suena Miss Independent de Kelly Clarkson. Es realmente patética (afirmo ahora que ya se ha acabado). Según su autora, aunque parezca mentira, y por todos es sabido, la misma que dio vida a Sex and the City, busca transmitir el mensaje de que 'no hay que pedir perdón por ser capaz de tener éxito, ni por querer conseguir el máximo posible', pero ¿y quién le ha pedido a esta mujer que huele a Estée Lauder que se erija en la abanderada de las causas femeninas?, si es que aún tiene sentido hablar de semejante cruzada.

No entiendo como pudo parir a Miss Bradshaw and girlfriends, ellas eran divertidas, espontáneas, paranoicas, mete patas, coño, creíbles y casi humanas. Y sí, independientes y ambiciosas, pero sus carreras aunque muy presentes, no eran el epicentro de la trama. Había feeling entre ellas, reían, lloraban, compraban, bebían, se emborrachaban, no comían y fornicaban bastante tirando a mucho. Pero Brooke Shields (que está bastante bien en su papel de ejecutiva agresiva de una productora cinematográfica) y sucedáneas son hombres mezquinos atrapados en cuerpos de mujeres disfrazadas de machos cabríos. Seguramente el libro está mucho mejor que esta pésima adaptación, y sé que quizás me precipito, pero el retrato que a priori se hace de las protagonistas dista mucho de ser estimulante para el espectador o potencial espejo para las huérfanas de Carrie y compañía.

Cashmere mafia es un poquito mejor, al menos está Patrizia Field para alegrarnos la vista, y aunque Lucy Lui se me haga odiosa, y haya bastantes similitudes entre ambas secuelas (mujer poderosísima sin tiempo para absolutamente nada con marido inútil sin trabajo y tres hijos hiperactivos insoportables que no la echan de menos nada de nada, y que habita en loft espectacular con muchas posibilidades, se lamenta, al abrigo de un martini agitado, no revuelto, con aceituna doble, de ser tan lista, tan rica y tan guapa) , tiene mejor ritmo, es más rápida, hay más calle, y son cuatro en vez de tres: la asiática que estaba a punto de casarse pero le roba el puesto de editor jefe a su futuro marido y este, la abandona, no porqué le haya quitado el trabajo, sino porqué no quería una simple esposa sino una madre entregada , la pelirroja insípida a la que el marido engaña con zorra despiadada, la rubia wannabe lesbiana y la morena pasada de años para el papel, con un pedazo de husband (este es uno de los que se queda en casa) .

Así que pase, vean, y juzguen ustedes mismos. Yo de momento, me he pasado a Lost.